#DonTotoTeInspira: Mi Querido Adoquín
No sé si quedan calles con adoquines en nuestra querida Buenos Aires, pero caminar por esas veredas es para mí lo más romántico del mundo. Su calidez y su irregularidad transforman cualquier paseo.
Usar estos materiales no sólo es darle una nueva oportunidad, sino entender que siempre hay algo del origen, de lo autóctono que no puede imitarse.
Como todo fue un gran desafio, se despegaban (hoy también se despegan) y tuve muchos detractores, pero sin duda son el encanto de varios de los espacios de esta casa de campo.
Los pisos de adoquines y las fachadas apenas iluminadas, son el marco para esas las noches de verano con perfume a jazmín...
¡Gracias por venir a visitarnos al blog!
PD: Pueden ver más fotos y conocer la historia de esta inspiradora casa de campo en la nota que la Revista Living publicó el pasado junio, click acá :)